Pamela Martínez se dedica a ofrecer oportunidades a las personas que salen de las cárceles, el yoga es una de sus herramientas.
La madre y la abuela de Pamela Martínez nacieron en un asentamiento y su padre era basurero. Luego de salir del cantegril, la vida llevó a Martínez por derroteros que la condujeron a una playa del Caribe donde vivía en un hotel ecológico. Pero volvió para dedicarse a darle una nueva oportunidad a las personas privadas de libertad y liberadas, a través del programa OMBIJAM.
De su peripecia vital y la de las personas a las que ayudó, habló con Alejandro Fantino.
Alejandro Fantino: ¿Cómo andas? Estuve viendo tu historia de vida, ¡qué lindo! ¿OMBIJAM es semilla?
Pamela Martínez: Sí, en sánscrito.
AF: No sé si lo leíste, pero estoy enamorado de Krishnamurti, ¿leíste algo de Krishnamurti? Tremendo, porque el tipo tiene una mirada muy de la vida y las conferencias que me dieron parecieron maravillosas.
PM: Hay algo de él que lo tomo mucho y que me marca, y que marca el trabajo de OMBIJAM. Esa frase que él dice de que no está bueno adaptarnos a una sociedad tan enferma. Estoy convencido de que OMBIJAM es como un poco esa semilla que puede traer a esa sociedad enferma a personas que están transitando una enfermedad en esa sociedad enferma.
AF: ¿Cuál es para vos el principal síntoma de la enfermedad de la sociedad?
PM: La salud mental, la falta de conexión interior. Puede estar muy de moda hablar de eso, pero hacer esa simbiosis interna es muy profundo, y eso básicamente te da sentido.
AF: Yo te escuché y te vi en algunas entrevistas que diste y vos llevaste adelante un acto que no es para cualquiera que es mirarse adentro y determinar qué carajo querés para tu vida. Tengo entendido que vos tenías una buena vida, que estabas viviendo en un hotel ecológico en Playa del Carmen. Se supone que, un poco más un poco menos, pero estabas estable de dinero y decidiste volver a plantar tu semilla o volver a lo que vos tenías ganas de hacer.
Generalmente el ser humano no se busca internamente. Porque cuando vos te empezás a buscar internamente encontrás dolor, encontrás que perdiste el tiempo 20, 25 años con relaciones que no querías tener, soportando jefes que no querías soportar, llevando adelante vidas de parejas que no sé por qué, pero seguías adelante para que no digan que me separé. Te das cuenta en la vida de mierda en la que vos estabas metido, ignominiosa, en un lugar donde no tenías ganas de habitar. Es difícil mirarse para adentro y descubrirse y, una vez descubierto, es difícil también dar el paso adelante y cambiar. Hiciste las dos cosas vos. Te miraste para adentro, sobreviviste a lo que te decía tu interior y accionaste al respecto.
PM: Voy a tomar tus palabras porque sé lo que costaron todas esas decisiones. Las transité.
AF: ¿Y qué te decía la gente?
PM: Hay que matarlos a todos. Ahora creo que el trabajo ha demostrado y viene demostrando que otra conciencia es posible. Y como vos decís, porque es real, esas personas que hoy están adentro de una cárcel.
AF: La cárcel nació para encerrar, la cárcel nació para mostrar la otredad. Para decir: esto que está encerrado no sirve para la sociedad.
PM: Estoy en la antítesis de ese pensamiento.
AF: Se encerraban dos cosas: la locura y al delincuente, al ladrón.
PM: ¿Vos creés que eso cambió? Seguimos encerrando a la locura y seguimos encerrando a las personas que cometieron errores. Y te voy a decir algo, porque quiero que quede claro: la persona que comete un delito tiene que ir a la cárcel. Es el medio que tiene la sociedad, podemos analizarlo más adelante. Es el lugar para eso, pero hoy es la cárcel. Lo que nosotros discutimos con OMBIJAM es que, una vez que la persona está dentro de la cárcel, reciba herramientas para que pueda transformar su vida y salir mejor de lo que entró.
Creo que una persona pase 5 años, 10 años, 15 años adentro de un establecimiento que es del Estado, que lo pagamos todos con nuestros impuestos y que salga peor de lo que entró, habla más de nosotros que de esa persona. ¿Tuviste 15 años para hacer algo para que esa persona salga con un pensamiento diferente y no pudiste? La rehabilitación no es solamente para las personas que están privadas de libertad, es para toda la comunidad. Todos tenemos que empezar a cambiar los paradigmas. Hasta por egoísmo. Porque esa persona que cometió un error, si sale mejor de lo que entró, no va a repetir ese error. Y es a eso a lo que trabajamos.
AF: ¿Vos consideras que todos son recuperables?
PM: No. Pero la buena noticia para mí es que es el núcleo más pequeño. Nos estamos enfocando cuando la sociedad dice: “No se pueden cambiar, hay que matarlos a todos”, nos estamos enfocando en este núcleo pequeño y no en el gran núcleo que es toda la periferia. La diferencia de OMBIJAM fue que empezamos por los que sí pueden. ¿Por qué voy a empezar a discutir de los que no pueden? Empecemos a ser con los que sí pueden. Y hay otra buena noticia: que cuando vos trabajas con los que sí pueden, el bien también se contagia. Y ellos empiezan, y ellos y ellas empiezan a contagiar esos cambios también. Eso lo viví, no lo saqué de ningún libro de Disney.
AF: Trabajaste con hombres y trabajaste con mujeres privadas de libertad, y trabajaste con mujeres privadas de libertad que tienen hijas e hijos con ellas. Cuando se cierra la celda, si vos tenés un hijo de un año y estás privado de la libertad, por asesinato, una ficha fuerte. Te dieron 18 años por asesinato y quedaste embarazada o entraste a la cárcel y tenés un bebé de 7 meses. ¿Vivís con tu bebé hasta qué edad?
PM: Por lo que recuerdo, hasta los 5 años.
AF: ¿Vos viste eso?, ¿el bebé queda adentro?
PM: Sí, el bebé vive con la madre. El niño o la niña también.
AF: ¿Genera empatía eso?
PM: Voy a contestarlo con lo real. En la realidad no. Yo llegué incluso a hacer un cuestionamiento muy grande, porque siempre estamos hablando de que uno de los motivos por los cuales la rehabilitación no funciona es el hacinamiento. Y mencionamos al Comcar o a las cárceles grandes que tiene nuestro país. Y en la cárcel de mujeres con hijos, hasta el año que yo trabajé, habían 20 mujeres y 35 niños.
Todas ya venían de otra cárcel que es la pobreza, el abandono y los abusos.
AF: Explícame por qué la pobreza es una cárcel.
PM: La pobreza es un encierro y no te da la posibilidad de ver otras cosas, igual que cuando estás encerrado. Te voy a poner un ejemplo cortito, simple, pero es que a mí me voló la cabeza. Cuando mis padres logran superar determinados temas, quieren sacarnos del barrio donde vivíamos y nos fuimos a vivir acá en Montevideo, a Punta Carretas, que es un barrio de otro contexto social. Yo conocí ahí las vacaciones, yo no sabía lo que era vacacionar.
Y hoy yo tengo familiares, primos que no conozco que todavía siguen viviendo en asentamientos. Porque el peor secuestro para mí es el de la conciencia. La conciencia para expandirse necesita trabajarse, necesita que vos tengas herramientas para trabajar, para cambiar.
AF: Explícame qué es expandir la conciencia.
PM: Capaz que la manera más bajada a tierra de explicar eso lo tiene la neurociencia. La neurociencia te lo dice. Nuestra mente es plasticina, puede cambiar. Depende de lo que le demos. La pobreza está encapsulada en asentamientos y hay una, dos, tres, cuatro, cinco generaciones… a mí me duele en el alma, yo lo siento en la piel, ya te dije que mi mamá y mi abuela vinieron de ahí, que no pueden salir. Eso es negligencia, esa es la peor pobreza.
Yo no soy fantástica, pero tuve herramientas. Tiene que haber simbiosis: las herramientas, las oportunidades y después vos lo tenés que saber aprovechar, te tenés que valorar, tenés que darte cuenta de los cambios. Cuando se juntan estas cosas, la posibilidad de cambio…
AF: Y qué lindo salvar y cambiar una vida.
PM: En Ombijam lo que encuentro es una caja de resonancia en donde personas de la comunidad que no conocía empezaron a creer que todo esto es posible.
Con esta caja de resonancia creamos una metodología de trabajo que se llama CAIM que es el Círculo de Abordaje Integral Multidisciplinario. Empezamos en la cárcel con yoga y valores en cárceles y terminamos con esta metodología de trabajo porque al poco tiempo de estar en este trabajo en contexto de privación de libertad sale liberada una de las personas del programa, me la encuentro en la calle y estaba en una situación arruinada, otra vez en una plaza tirado consumiendo.
AF: ¿La viste?
PM: Sí, claro. Él me reconoció. Yo no lo reconocí. Literalmente lo que pasó es que voy caminando y una persona se me tira arriba. Yo quedé como que no entendía nada y era un alumno, un integrante que había salido liberado hace unos meses. Me abrazó y me dijo: “¡Profe!” A mí y ahí con la voz me di cuenta de que era Carlos, una persona a la que quiero muchísimo, me dolió muchísimo verlo en esa situación.
Ese día, con ese dolor, pasaron dos cosas. Porque yo seguí con mi vida, pero cuando llegué a mi casa de noche, tuve una crisis de llanto que no entendía de qué era, hasta que me acordé del encuentro con Carlos. Y a partir de ese día los empecé a llevar a mi casa, a las personas que salían liberadas, y con las que había tenido un vínculo adentro de la cárcel.
A partir de ese día, empecé a escribir lo que para mí luego, y para Ombijam, fue el banco laboral. Empecé a escribir un proyecto para presentarlos a las empresas, para que hicieran un convenio con Ombijam, para contratar a personas que salieran de la cárcel del programa.
AF: ¿Eso funciona?
PM: Hoy hay más de 50 empresas que nos están apoyando en la reinserción sociolaboral y en las capacitaciones. Eso es parte del CAIM.
AF: Te voy a preguntar esto y es clave para cualquier empresario que esté viendo esta charla. Voy a actuar la situación: listo, yo tengo una empresa y te voy a apoyar y voy a ayudar. Me vas a mandar gente para que recuperemos. ¿Quién se hace cargo si esa persona que me vas a mandar arma un desmadre en mi empresa? ¿Te hacés cargo vos?
PM: Está muy buena la pregunta y hay toda una preparación para evitar ese quilombo.
AF: Te lo pregunté violentamente porque esto es lo que nadie te lo preguntaría por una cuestión de pudor, pero está buenísimo, porque le vas a sacar miedo y tal vez vienen más empresas. Listo, perfecto, yo voy a apoyarte y voy a ayudarte, me vas a mandar cinco, pero ¿te haces carga vos de la inserción?
PM: En realidad nos estamos haciendo cargos todos cuando trabajamos de una manera responsable porque esas cinco personas que van a ir a tu empresa primero pasaron por el CAIM, el Círculo de Abordaje Integral Multidisciplinario. Tuvieron psicóloga, tuvieron terapia, tuvieron herramientas de capacitación, ahora hay una que empieza en dos semanas que tiene que ver con las relaciones. Nosotros le damos muchísima importancia a la educación emocional.
AF: Listo, contá con nosotros entonces, te digo yo como empresario.
PM: Pero déjame terminarte esto porque es muy importante cuando la persona pasa por todo ese proceso y es evaluada favorablemente, recién ahí entra al banco laboral, recién ahí a la empresa vamos y hacemos una capacitación también para poder trabajar con estos contextos. Además una vez que vos la contratás hay seis meses de acompañamiento en la comunicación, tanto de la persona que es contratada, como con la empresa. Porque surgen cosas. Hasta ahora han surgido las cosas más chotas: “Pamela, por favor, hacé algo con el olor a pata que trae este tipo porque me mata”. No te estoy hablando de que trajo un arma, o está vendiendo droga.
Temas de higiene, temas de comunicación y sobre todo también que hay que tener muy presente a la hora de trabajar en estos contextos que poca gente lo sabe, es el tema de las susceptibilidades. Porque estas personas vienen con sus mecanismos de defensa muy altos y sus colchones de frustración muy bajos. Esas son las capacitaciones con las que trabajamos. Es más te digo, para que quede claro: hoy estamos convencidos de que es mucho más fácil conseguir trabajo. Conseguir trabajo no es el problema, el problema es que tengan las herramientas para sostenerlo.
PM: Hoy no. Hoy estoy decepcionada. No encuentro una resonancia con ningún partido.
AF: ¿En serio?
PM: Sí, en serio. Hablo con todos los partidos, he estado reunida con el presidente, he estado reunida con militantes de cada uno de los partidos y tenemos una buena comunicación.
AF: Quiero aprovechar los últimos minutos para saber, ¿qué es el yoga?
PM: Te voy a dar mi definición, porque hago yoga desde hace 35 años capaz y medito también hace más de tres décadas, entonces me quiero dar esa licencia de poderlo interpretar según mi espectro. Para mí fue y es esa llavecita que trae la conciencia, y que me ayudó a darme cuenta de que la palabra para mí tiene muchísimo valor.
No sé si no tiene más valor que mi firma. La palabra y los pensamientos crean universos poderosos. Pero la diferencia en que esta frase sea un discurso y sea algo que te transforma, para mí ha sido el yoga.
AF: ¿Qué tipo de yoga haces?
PM: He transitado por casi todos: desde Ashtanga, Vinyasa, Jata, yoga terapéutico y hoy lo que hago es una práctica muy personal.
AF: ¿Tenés que tener un maestro, no podés arrancar solo?
PM: Al principio este bueno tener una guía.
AF: ¿Y es físico?
PM: Yo empecé por algo físico. En mi infancia tuve muchas operaciones en mis piernas, estaba con alambres y con las piernas enyesadas y empiezo yoga a pesar de la recomendación de los médicos de que no lo haga como una manera de rehabilitarme. Porque mis piernas estaban cada vez más torcidas y mis dedos eran como garras de aves, estaban así y era doloroso. Ahora mis pies son una maravilla. Claro que es físico, nunca más volví a tener una intervención. Hoy que tengo 52 años jamás tuve el cuerpo tan estirado como ahora. Pero el estiramiento más profundo que te hace porque estamos conectados: es cuerpo mente y espíritu.
AF: Cuando estás estirando tenés que estar concentrado en el estiramiento. No es fácil hacerlo, ¿no? ¿y por qué lo hacés a las 5 de la mañana?
PM: Se puede hacer más tarde. Mi hora es esa. Y aparte me encanta, yo amanezco con la práctica, es mi sol.
AF: ¿Cuánto tiempo?
PM: Depende de mi agenda, pero si no estoy con apuro, más de una hora segura y se me pasan como 10 minutos.
AF: ¿Sola?
PM: Sí, amo la práctica sola. A lo que iba es que es indudable que cada vez que te estiras un músculo estirando también una neurona.
Lo que tenés que estar es habitándote. Si esto le funcionó a personas que están privadas de libertad, no a que están en una cárcel, con todos los ruidos que hay adentro de una cárcel y con todas las carencias que hay adentro de una cárcel, ¿por qué no nos va a funcionar a nosotros? ¿No será un tema de ponernos foco, de ponernos disciplina?
AF: Ha sido un hallazgo para mí esta charla con vos.
PM: Gracias.
AF: Seguí, no hay mucha gente que ayuda a que el mundo sea un poquitito mejor.
PM: Ojalá que se pueda contagiar, cada uno desde el lugar que está.
Mirá la entrevista completa: https://www.youtube.com/watch?v=ef41_L4XV-4